miércoles, 2 de diciembre de 2015

Receta Fácil de Masa de Pizza




Desde hace ya algunos años en mi casa es tradición todos los viernes, sea verano o invierno comer pizza para cenar. Al principio íbamos a lo más rápido, para qué complicarnos la vida si en el súper hay un montón de pizzas para todos los gustos: pequeñas, grandes, triangulares, de tres quesos, de atún, de jamón, de chorizo... unas buenas opciones a la hora de sacarnos de un apuro, o simplemente para ahorrarnos tiempo en la cocina. 

Hemos pasado de comprarlas ya hechas y de traerlas del súper directo al horno, en todo caso completándolas, poniendo más cantidad de queso y jamón (porque como todos sabemos éstas siempre vienen con escasez de ingredientes); de comprar la masa congelada y poner luego lo que más nos gusta, de comprar la masa fresca y hacer nuestra pizza más sabrosa y más casera; hasta llegar al punto de hacerla totalmente artesanal, desde la masa hasta el mismo tomate frito, nada que envidiar  a las verdaderas pizzas italianas: finas, suaves y crujientes; y si ya de paso ponemos ingredientes frescos y de buena calidad, el resultado siempre será el mejor.

Por esta razón, hace unos meses, empecé a buscar la receta perfecta de la masa de pizza y después de hacer muchas pruebas en la cocina, encontré la receta ideal, sobre todo fácil de hacer; el punto de la levadura es el adecuado y las cantidades muy acertadas. Me ha pasado muchas veces hacer una receta y ver qué las cantidades no son las correctas, esto es un lío, pues nos puede pasar que la receta no nos salga perfecta y que no tengamos éxito en la cocina.

Es por eso que hoy os traigo esta receta, a ver si os animáis y os ponéis manos a la obra. Si os gusta tanto la pizza como a mí, lo ideal es hacer bastante masa para congelarla y así no tenéis que hacerla cada 8 días, la sacáis del congelador la noche anterior o el mismo día y la dejáis en el frigorífico para luego hacer la pizza y ya veréis que buena y sabrosa está. 

Ingredientes:



  • Un kilo de harina de trigo de fuerza. 
  • 25 gr. de levadura fresca.
  • Una cucharadita de sal (si os gusta más salada, podéis poner mas cantidad) 
  • Medio litro de agua templada. 
  • 50 ml de aceite de oliva.

Preparación: 

  • Disolvemos la levadura con el agua templada y reservamos. 
  • En un recipiente grande tamizamos la harina pero no toda, reservamos unos 50grs para cuando empecemos a trabajar nuestra masa. Hacemos un agujero en el centro y añadimos el agua con la levadura y mezclamos con la ayuda de una cuchara o tenedor, luego ponemos el aceite de oliva y la sal, mezclamos muy bien todos los ingredientes, hasta ir dando forma a nuestra masa, para luego empezar con el amasado. 
  • Preparamos una zona para el amasado, lo ideal es una superficie plana, limpia y amplia, como una mesa o la encimera de nuestra cocina; enharinamos la superficie y ponemos la masa, al principio estará muy pegajosa pero a medida que vayamos trabajando la masa con las manos y poniendo la harina necesaria, la masa irá cogiendo forma, hasta quedar de una consistencia suave, elástica y que no se nos pegue en los dedos.
  • El proceso de amasado es sencillo y rápido, tardaremos unos 10 minutos, solo necesitamos un poco de paciencia y fuerza en nuestros brazos, al ser un kilo de harina el amasado es más pesado, sino sabéis como amasar aquí lo explican perfectamente. 
  • Cuando ya tengamos una masa firme, hacemos una bola y la volvemos a poner en el recipiente donde empezamos a mezclar con un poco de harina en su interior. Tapamos con papel film o con un paño, la dejamos mínimo un par de horas para que fermente y doble su tamaño a temperatura ambiente. Algunas veces la dejo levando todo el día, o incluso la dejo toda la noche anterior en la nevera, ésta es una buena opción para cuando no disponemos de tiempo suficiente. 
  • Pasado ese tiempo, volvemos amasar un poco nuestra masa, dividimos en cuatro o cinco partes iguales y ya podemos utilizar una parte de esa masa para elaborar nuestra pizza, el resto la podéis congelar en papel film para otros días.



Os sorprenderá lo fácil y sencillo que es preparar esta masa, y lo mejor de todo es que el resultado es espectacular, fina, suave y crujiente, como si estuvierais en una típica pizzería italiana, solo nos haría falta el tradicional horno de piedra. Con el calor se forman las típicas burbujas en la masa, es irregular y sabrosa. 

Y si queremos trabajar un poco los bordes, veréis como no los abandonan o los recortan a mordiscos, algo típico cuando compras una pizza congelada, se la comen, pero encuentras bordes no comidos o mordisqueados en el plato, con esta receta, no dejarán ni las migas… y seguro, sobre todo los más pequeños, pedirán un trozo más al terminar y es que a veces lo que comemos, es tan delicioso, que aunque estemos satisfechos, queremos comer más y más; este fenómeno, os dirá como buenos cocineros, que ha sido un éxito... y tendréis que decir: ¡Lo siento! no hay más hasta el próximo Viernes.

1 comentario:

  1. Me encanta la pizza y siempre he querido hacer la masa pero nunca me he atrevido, tendre tu receta en cuenta, gracias!

    ResponderEliminar

Muchas gracias por vuestros comentarios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...